Cuando te sientas...


Siéntate siempre delante de la puerta.

Si te sientas de espaldas a la puerta, te podrían traicionar, engañar o "apuñalar por la espalda"; no te sonreirá la suerte en el trabajo.

Siéntate en la dirección adecuada para atraer la buena suerte.

Cuando te sientes frente a una de las direcciones que te trae suerte, ya seas del grupo del este o del oeste, recibirás oportunidades laborales y ascensos. En cambio, si te sientas en una dirección que pertenezca al otro grupo, atraerás la mala fortuna.

Siéntate de espaldas a la pared.

Si te sientas de espaldas a la pared sólida, ésta te ofrecerá seguridad y protección. Sin este elemento, saldrás perdiendo en cualquier táctica profesional y serás incapaz de conservar el apoyo de tus superiores.

No te sientes frente a una columna.

Nunca te sientes directamente frente a una columna porque bloquea tu progreso en el trabajo. Si es posible, vuelve a orientar la mesa de forma que la columna quede a tu espalda.

No te sientes con una luz clara a tu espalda.

Si hay una luz clara detrás de tu asiento, intenta atenuarla. El fuego que aparece a nuestras espaldas sugiere la traición y el engaño. Perderás cualquier lucha por el poder de la empresa.

Evita una distribución de asientos contrapuestos.

Cuando una persona se sienta directamente frente a otra, las relaciones laborales se vuelven insoportables y perjudiciales. En un entorno de trabajo, debe evitarse que las personas se sienten contrapuestas, como en una confrontación.

Evita sentarte delante de la pared de un lavabo.

Cuando haya un lavabo al otro lado de la pared que tienes a tu espalda, de nada te servirán ni tu esfuerzo ni tus planes de éxito laboral. Debes alejar tu mesa de esta posición.

Evita sentarte al final de un pasillo largo.

Intenta no sentarte ni tener la mesa al final de un pasillo largo porque esta ubicación no resulta propicia. Si no te queda otra alternativa, cuelga lámparas luminosas en la entrada del pasillo.

Elige sillas con respaldos y brazos sólidos.

Las sillas y los sofás con respaldos bajos y sin brazos son completamente desfavorables y pueden convertirse en una persona impopular y aislada.

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